El juego en la infancia: entre la simbolización y la creatividad.
Por Lic. Ileana Fischer
El juego, desde los orígenes del psicoanálisis, se reconoce como una de las actividades fundamentales de la infancia. Constituye un espacio privilegiado para elaboración simbólica y creación. Allí donde el niño juega, se despliega un modo de tramitar lo traumático, de reorganizar experiencias. Como plantea Beatriz Janin (2011), recuperar el juego en las infancias actuales equivale a restituir un espacio vital, en tanto permite al niño reelaborar sus angustias y transformarlas en experiencias creativas.
En este artículo me propongo reflexionar acerca de la función del juego en la constitución psíquica y en la clínica psicoanalítica infantil.
- El juego como recurso frente a lo traumático
 
Un aspecto a destacar es la posibilidad que brinda el jugar para elaborar situaciones que, de otro modo, quedarían fijadas como marcas traumáticas. Según Janin (2011), la condición para que una acción sea vivida como juego es que esté atravesada por el placer. De ese modo, aun cuando queden restos de experiencias terroríficas, la actividad lúdica ofrece la posibilidad de procesarlas simbólicamente:
“Para que una acción tenga carácter de juego debe estar ligada al placer. (…) cuando el terror ha pasado y quedan restos de lo terrorífico, en su efecto traumático, el juego permite la elaboración de lo vivido. (…) El niño rearma las marcas que han quedado en él, sus diversas memorias, para crear otro mundo más placentero” (Janin, 2011, párr. 4).
Este planteo puede ponerse relacionarse con la observación de Freud en Más allá del principio de placer (1920). En el juego del Fort-Da, el niño recrea y transforma la experiencia de la ausencia de la madre en una escena de juego en la que el niño ocupa un lugar activo. Al lanzar y recuperar el carretel, no sólo simboliza sino que domina el mundo. El juego se presenta, entonces, como una vía privilegiada para transformar el impacto de lo real.
- Simbolización, creatividad y subjetividad
 
Más allá de su función elaborativa, el juego constituye también un terreno fértil para la creatividad. No se limita a reproducir lo ya vivido, sino que permite combinar elementos, producir variaciones y abrir mundos posibles.
Winnicott (1971/2005), brindó al jugar un lugar de importancia en su concepción. El autor introdujo la noción de espacio transicional, entendido como ese lugar intermedio entre la realidad psíquica interna y el mundo externo compartido. Allí, el niño, sostenido por la confiabilidad del entorno, despliega su capacidad de jugar, imaginar y crear. En consecuencia el jugar equivale a existir de manera creativa, y allí radica su potencia subjetivante.
- El juego en las condiciones contemporáneas de la infancia
 
La infancia actual se encuentra atravesada por transformaciones sociales y tecnológicas que inciden directamente en el lugar del juego. Di Rocco, Finocchiaro y Oliver (2017) destacan que la actividad lúdica constituye un “trabajo psíquico privilegiado durante los primeros años de vida” (p. 2), ya que permite organizar la experiencia y establecer un lazo con la realidad. Sin embargo, advierten que la omnipresencia de las pantallas y el uso extendido de tecnologías digitales desplazan, en muchos casos, el juego simbólico y corporal.
La cultura contemporánea, marcada por la inmediatez y el consumo de estímulos rápidos, puede reducir los tiempos destinados al juego creativo, lo cual introduce interrogantes clínicos y teóricos. ¿Qué sucede con la subjetividad infantil cuando el juego simbólico se ve reemplazado por actividades virtuales? ¿Qué efectos produce en el aparato psíquico la disminución de escenas compartidas, corporales y colectivas? Estas preguntas reflejan la necesidad de pensar estrategias que protejan y restituyan el lugar del juego como experiencia subjetivante.
- El juego en la clínica psicoanalítica infantil
 
En el campo clínico, el juego ocupa un lugar central, equiparable a la asociación libre en el análisis de adultos. A través de las escenas lúdicas, emergen fantasías inconscientes, deseos, ansiedades y huellas de lo traumático. En este sentido, el juego no solo es expresión, sino también transformación: el niño reelabora su experiencia en la medida en que juega.
Almagro (2017) ha subrayado que la tradición psicoanalítica dedicó más esfuerzo al estudio del síntoma que al del juego en términos metapsicológicos. Sin embargo, este último constituye una actividad psíquica fundamental, ya que en su despliegue se revelan las operaciones de simbolización que estructuran la subjetividad. Para el analista, atender al juego supone reconocer la lógica de la repetición, las transformaciones que emergen y las variaciones que dan cuenta del trabajo psíquico.
La tarea del analista, entonces, no se reduce a observar, sino que implica sostener un encuadre que permita al niño transformarse en autor de sus propias escenas lúdicas. El juego deviene así un medio de exploración y un acto de subjetivación.
En un contexto cultural que tiende a reducir espacios de ocio y sustituir el juego simbólico por consumos digitales, el desafío ético y clínico consiste en sostener el juego como derecho y como actividad subjetivante.
Para finalizar, el juego se erige como una actividad central de la infancia y como condición de la subjetividad. No se limita a entretener: constituye el medio a través del cual el niño elabora lo traumático, simboliza sus experiencias y crea nuevas significaciones. Así crea al mundo y lo hace vivible. Es necesario recordar la necesidad de recuperar el juego en tiempos donde las infancias están amenazadas por la falta de tiempo y la hegemonía tecnológica.
Allí donde hay jugar, hay sujeto.
Bibliografía de referencia
Almagro, M. F. (2017). El juego en la clínica psicoanalítica con niños: revisión de los fundamentos teóricos. En Memorias IX Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología – Tomo III. Universidad Nacional de La Plata. Recuperado de http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/124551
Di Rocco, J., Finocchiaro, J., & Oliver, M. (2017). La infancia actual: entre el juego y el uso de la tecnología. Universidad Nacional de La Plata. Recuperado de https://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/69438
Freud, S. (1992). Más allá del principio de placer (J. Etcheverry, Trad.). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1920).
Janin, B. (2011). Recuperar el juego para posibilitar las infancias. Revista Topía. Recuperado de https://www.topia.com.ar/articulos/recuperar-juego-posibilitar-infancias
Winnicott, D. W. (2005). Realidad y juego (D. López, Trad.). Gedisa. (Trabajo original publicado en 1971).